Bancos vacios, sin personas , sin amores,
solo los recuerdos que vagan misteriosos,
acomodandose en mi cabeza,
todo consiste en no poder olvidar,
ni querer hacerlo.
Olvidar sería el lujo maravilloso,
por eso este martilleo continuo,
sucedido de imagenes,
de piedras estructuradas,
de esta Iglesia alineada,
No se que daría porque todo fuera un mal sueño,
y de la pesadilla, al dia nuevo
más no es así,
despertar, repetir,
Pronto se llenarán los bancos de amores y desamores,
y yo seguiré soñando,
pero nada fue un mal sueño.
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