Atras quedaron
Todas las historias de duendes y castillos,
atrás quedaron momentos
llenos de fiel regocijo,
Atrás quedó mi vida,
que se deshizo
a mitad de camino,
Atras queda todo,
lo vivido,
y lo no tan vivido,
queda el miserable silencio
como único testigo
de la pena en tu memoria,
Enciende una luz que vea,
por donde pasa el rio,
que si a la orilla
camino,
no temeré peligros,
Sube la lampara que ilumine,
todo sendero escondido,
para ver claras las veredas,
y no tropezar contigo.
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